Cuando tu hijo convierte una botella vacía en un tren o juega con un amigo imaginario, no solo es algo lindo, sino que también beneficioso. “El juego imaginario permite a los niños probar las interacciones sociales, explorar su creatividad y entender el mundo”, dice Amy Robbins-Wilson, especialista en artes expresivas de Belfast, Maine, que dirige programas de música y arte. “La infancia es un momento precioso y mágico, y es importante fomentar el juego imaginativo”. Por lo tanto:
Deja que los niños tengan un mejor amigo imaginario. “Nuestra hija solía tener un perro imaginario. Cada vez que escuchaba a un perro ladrando en el vecindario, ella decía: “¡Ese es Pongo!”, cuenta Lisa Collins, mamá de uno, de Portland, Oregón. “Así que hablábamos de lo que Pongo estaba haciendo, si tenía hambre, si deberíamos salir y jugar con él. Ella era muy imaginativa sobre él. ¡El único momento en que la cosa se volvía agotadora era en la tienda de comestibles, cuando quería comprarle a Pongo cada golosina para perros que veía!”
Tírate al piso a jugar. Si bien es bueno que los niños tengan tiempo a solas con sus juguetes, disfrutar de momentos juntos puede estimular su creatividad aún más. Haz muchas preguntas y deja que las respuestas de tu hijo te guíen. (Si asistes a una fiesta de té imaginaria, ten cuidado de no sentarte sobre su amigo imaginario).
Usa tu propia imaginación. Uno de los juegos favoritos de Robbins-Wilson: “Asigna un sonido diferente a cada parte de la cara de tu hijo: un chirrido para la mejilla, un silbido para la nariz. Luego, haz esos sonidos mientras tocas su rostro”. Otra opción divertida: A menudo, a los niños les fascinan los animales, así que piensa como una criatura peluda. Haz un nido con un puff o crea una cueva en un rincón y, luego imaginen juntos que son animales.
Escucha creativamente, también. “Asiste a un safari auditivo. Las habilidades para escuchar son cruciales para la alfabetización y el aprendizaje futuros”, sostiene Robbins-Wilson. “Siéntense tranquilos con tu hijo en diferentes partes de la casa y no hagan nada, solo escuchen. El que primero escuche que el refrigerador se enciende, por ejemplo, debe señalarlo. Lo mismo para el horno o el aire acondicionado. Jueguen al aire libre también”.
¡Apaga el televisor! El juego libre es un momento para que las mentes de los niños puedan vagar y expandirse. Disminuye el tiempo de pantalla y ofrece a los niños muchas oportunidades para crear roles protagónicos en su propio mundo.
Alentar la imaginación de tu hijo
Obtén ofertas, consejos solo para ti cuando te inscribas en nuestros correos electrónicos personalizados.