Crear recuerdos: 8 maneras de capturar la vida de tu bebé más allá del libro para bebés

Las fotos que más atesoro de mi infancia son una serie mensual que mi padre tomó durante mi primer año de vida. El primer mes, estoy envuelto en la cama junto a un malvavisco y una vela apagada. Luego, por cada uno de los próximos 12 meses recostado o sentado junto a la cantidad de malvaviscos que corresponden a mi edad. Al cabo de un año, estoy parado junto a una bandeja con una docena de malvaviscos y velas, tratando de tirar todo. Las fotos son una maravillosa línea de tiempo visual de mi transformación de lactante a niño pequeño.

Como padre/madre primerizo/a, cada hito que tu bebé alcance es motivo de celebración, ya sea un cumpleaños mensual o un primer paso. Y en estos días, especialmente con las cámaras de teléfono inteligente siempre listas, son fáciles de documentar y atesorar para siempre.

Claro, hay libros para bebés; no sé los de ustedes, pero los de mis hijos solo están parcialmente llenos, lo que me hace sentir culpable todo el tiempo. Aunque la mayoría de los padres comienzan con buenas intenciones a hacer un seguimiento del crecimiento continuo de sus hijos, de alguna manera la vida diaria se interpone en el camino. Aquí, hay algunas maneras simples y divertidas de capturar esos preciados momentos de la infancia y preservar los recuerdos de la vida de tus hijos y de tu historia familiar para siempre:

  1. Fotos mensuales:
  2. Realiza un seguimiento del rápido crecimiento de tu hijo durante el primer año con fotografías mensuales similares a las que tomó mi padre. Toma una foto del bebé junto al mismo animal de peluche o en la misma silla mecedora sosteniendo un letrero que anuncie “1 mes”, “2 meses”, etc. Enmárcalas en orden, terminando con una foto del primer cumpleaños del bebé.
  3. Sonrisas:
  4. Fotografía la sonrisa desdentada del bebé a medida que aparece cada diente nuevo. Más adelante, emparéjalas en un álbum con fotos similares a medida que se vayan cayendo los dientes de leche.
  5. Verme crecer:
  6. Siembra un árbol en tu patio en honor al nacimiento del bebé. Esta puede ser otra gran oportunidad anual de tomar fotografías para marcar el paso del tiempo.
  7. Impresiones pequeñas:
  8. Con pinturas para tela no tóxicas, crea una impresión anual de la huella del pie y la mano tu hijo en un bolso de lona de tu pequeño, una sudadera o un delantal. Pon la fecha en cada impresión con un marcador para tela colorido.
  9. Edredón entrañable
  10. Guarda las adorables y diminutas camisetas, los escarpines y los baberos del bebé, y cóselos para hacer un edredón único de recuerdo o para colgarlo en la pared. También puedes coleccionar estos y otros recuerdos (tu primer ecografía, el brazalete del hospital, anuncio del bebé, portada del periódico del día en que nació el bebé, etc.) y hacer un cuadro.
  11. Diccionario familiar:
  12. La mayoría de los bebés tienen su propio vocabulario, como llamar a los mitones “tones” o decir “ñam ñam” cuando quiere un biberón. Entonces, ¿por qué no crear su propio diccionario? Incluye expresiones familiares, apodos e incluso cosas divertidas que dice tu hijo a medida que crece.
  13. Iniciar un blog:
  14. En lugar de contar una y otra vez de forma individual todas las cosas increíbles que tu recién nacido está haciendo a tus amigos y familiares, puedes publicarlas en un blog para compartirlas con quienes desees. Crea un sitio web o un blog personal protegido con contraseña y publica fotos, videos, hitos y reflexiones sobre la vida con el bebé. Algún día, tu hijo disfrutará leer todo acerca de sus inicios en este recuerdo en línea.
  15. Querido diario:
  16. Si llevar un diario te insume demasiado tiempo, considera escribir una carta cada mes del primer año del bebé. A partir de entonces, escribe una carta anual en el cumpleaños de tu hijo donde puedas resumir los logros del año. Haz una lista de las comidas y libros favoritos, los amigos, lo que le gusta, lo que no, y recuerda las cosas que sucedieron en tu familia y en el mundo.
Y por último, no lo olvides, aunque tengas miles de fotos almacenadas en tu teléfono y computadora, es bueno imprimir algunas veces o hacer un libro que puedas leer y comentar con tu hijo en lugar de un cuento para dormir. A veces, es lindo ser un poco de la vieja escuela.

Imagen: Getty


Por Bethany Kandel